por Alejandro Díaz Pinto

Alberto Muñoz Durán, autor de El Don, presentará su nueva novela el 22 de diciembre en el Centro de Congresos de San Fernando. Multiverso Editorial apuesta nuevamente por la obra de este escritor isleño amante de la «literatura conspirativa».

Si algo ha cambiado a Alberto a lo largo de este último año es «la excelente acogida y las buenas críticas de las que gozó mi primer libro». Este joven de San Fernando, podólogo de profesión, lleva escribiendo desde que tiene uso de razón, pero no fue hasta hace un año cuando se atrevió a publicar parte de su trabajo. La oportunidad le llegó por parte de Multiverso en la edición de una historia protagonizada por seres con habilidades especiales, y donde el romance se abría paso entre conspiraciones, ciencia ficción y altas dosis de crítica social.

A pesar de los halagos, «reconozco que ahora puliría muchas cosas en ella», explica a la hora de hacer balance de su primera experiencia. Sin embargo no es El Don su primera creación. Este rol corresponde a Origen, una historia que «dejé aparcada por falta de confianza, y que, dada la aceptación de la trama protagonizada por Breogán García, retomé y reescribí al completo». El proceso de revisión le ha llevado un año y sus resultados serán presentados el 22 de diciembre en el Centro de Congresos. Por el momento adelanta datos sobre el sexo femenino de su protagonista, que además se dedica a la arqueología y encabeza un equipo encargado de hallar las claves del verdadero origen del ser humano, como su propio título indica. Se trata de una historia ambientada en la actualidad con espacio para la aventura, el misterio y, por supuesto, el género favorito de Alberto: la ciencia ficción. Todo ello a lo largo de diversas localizaciones entre las que destacan el distrito de Cambridge (Reino Unido) o el Amazonas, en América del Sur.

Su autor destaca «un crecimiento, en forma y en fondo» respecto a su predecesora debido, fundamentalmente, a un exhaustivo trabajo de organización, de documentación, y a una mayor soltura con el lenguaje. No solo eso. Lo más importante -destaca- es que «lo he pasado bien escribiendo» porque «no pretendo dar lecciones de literatura, solo disfrutar con lo que hago y hacer disfrutar a quien sepa o quiera valorarlo».

Alberto goza de una vida familiar plena. Su mujer, de hecho, es una de sus lectoras cero. También está satisfecho a efectos profesionales por lo que «no pretendo hacer de esto un modo de vida, ni mucho menos». Sus pacientes, en cambio, esperan como agua de mayo esta nueva historia tras disfrutar tanto con El Don, de la que reclaman, por cierto, una continuación. Destaca asimismo el «gran apoyo de mi editor, que me hizo una valoración personal directa como lector». El responsable de Multiverso valoró un salto cualitativo entre ambas novelas, «algo de lo que ni yo he sido consciente hasta analizarlas en frío». Desde luego no dudó en apostar una vez más por este autor como ya hiciera en su momento con otros de San Fernando entre los que se encuentran MJ López (Entre la Tierra y el Olimpo), Daniel Fopiani (Lee o Disparo) o Gema Tacón (La Reina de las Sombras).