Atisbo de luz para Cruz Roja

31 mayo, 2017

por Alejandro Díaz Pinto

El gobierno municipal acomete obras de urgencia consistentes en el desmonte de carpintería, eliminación de vegetación y resanado de cubiertas, balcones y cornisas, así como consolidación de almenas y otros elementos decorativos.

Siempre se habla de Lazaga como «el mayor exponente de la arquitectura isabelina en La Isla», pero lo cierto es que hay otra construcción mucho menos conocida que podría considerarse su contrapartida barroca dentro de la vía principal de la ciudad. Se trata, por supuesto, del antiguo policlínico de Cruz Roja activo como tal desde 1926 y cuya historia se remonta muy atrás.

El gobierno municipal ha cumplido por fin con los trámites necesarios para acometer unas obras de urgencia que eviten el desplome total de la finca cuyas cubiertas superiores se han venido abajo durante los últimos años. Se trata de ‘obras menores’ enfocadas a la consolidación de fachadas exteriores, contención de su deterioro y evitar daños a terceros. Según la delegada de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez, «el toldaje instalado por el anterior gobierno ocultaba el deficiente estado de revestimientos, cornisas y carpinterías». Se procederá de esta forma al desmonte de carpinterías de madera de la primera planta, eliminación de vegetación en balcones, cornisas y zócalos, así como el resanado de todos estos elementos y de los techos. Se consolidarán las almenas y demás elementos decorativos de las fachadas y se cubrirán los huecos de la planta primera con malla de acero galvanizado.

Mirando al pasado

La finca había sido adquirida por una sociedad inmobiliaria en plena burbuja para su adecuación residencial. Antes -y después- llegó a hablarse del tan recurrido ‘hotel con encanto’ que no se materializó, entre otras cosas, por la imposibilidad de contar con el aparcamiento contiguo perteneciente a Defensa. Para cuando el estado ruinoso se hizo acuciante, la sociedad titular había desaparecido si no de derecho, al menos sí de hecho, por lo que todas las reclamaciones y multas coercitivas interpuestas por el Ayuntamiento de San Fernando durante la primera década del siglo XXI resultaban en balde. Diversos derrumbes en 2012 y 2013 hicieron que el gobierno popular vigente en aquel momento iniciara sendos trámites para su expropiación forzosa y obras de urgencia con carácter subsidiario que nunca pasaron de una valla rodeando el perímetro. Pese a ello, el expediente de expropiación forzosa por tasación conjunta fue inicialmente aprobado por Decreto el 16 de diciembre de 2013 y con carácter definitivo en junio del año siguiente, iniciándose la fase de justiprecio en agosto de 2014 con tasación establecida en algo más de 159.000 euros. La finca pasó por fin a ser de titularidad pública y el gobierno popular decidió, de cara a las elecciones, venderla como futura sede del Archivo Municipal, Biblioteca Lobo y otros fondos documentales necesitados de un espacio digno.

Llega entonces el equipo socialista advirtiendo la imposibilidad de hacer frente en ese momento a esta costosa rehabilitación, incompatible, explicaron, con la puesta en marcha de las obras de la Casa Consistorial y la citada Lazaga. Eso sí, la intervención sobre esta última fue también bloqueada por problemas con la adjudicataria tras presentar una oferta económica que no se correspondía con la situación real del palacio, a lo que se unió la decisión del gobierno de renunciar a Lazaga como sede del Museo de Camarón. El resultado, dos paradigmas del patrimonio arquitectónico isleño, ruinosos, en plena arteria principal, y a los que se suma un tercero con la que fuera casa de don Faustino Ruiz, ex-gobernador de Guinea, en Real 98.

Es precisamente Ciudadanos -grupo que promovió la descatalogación de la casa del almirante alegando la excesiva rigidez del PEPRICH- el que recientemente logró que la corporación en pleno apoyara un estudio exhaustivo sobre el estado de Lazaga y Cruz Roja para acometer posteriormente la consolidación necesaria. Último empujón para que el gobierno municipal haya puesto en marcha obras de urgencia en la segunda de ellas desde el área de Desarrollo Urbano. La razón de la demora, según explica su delegada, son «los obstáculos relacionados con la búsqueda de oportunidades de uso para ambos edificios, acordes a la normativa vigente, y con también con la financiación». La incompatibilidad entre el elevado costes de este tipo de actuación y los limitados recursos municipales hace que se contemple la vía privada como principal opción.

Mirando al futuro

La ejecución de estas obras de preservación del edificio supone según Márquez, «el primer paso para evaluar y revisar el uso que tiene establecido conforme al PGOU» al igual que se hará en la Casa Lazaga, en este caso, «con un proyecto actualizado que responderá a la realidad del edificio, de forma que los que acometan esta tarea sean equipos experimentados en rehabilitación y consolidación estructural».

También se ha remitido desde el Ayuntamiento una petición al ministerio de Defensa para que estudie la posibilidad de cesión de parte del solar existente frente al edificio de la antigua Capitanía que linda con el inmueble, «con el fin de que se complete la manzana dando lugar una zona de equipamientos más ventajosa de cara a un posterior uso hotelero o residencial».

El edificio de la Cruz Roja es la opción favorita como sede del Museo de Camarón para diversos agentes del patrimonio de la zona que no aprueban la construcción de nueva planta mientras casas del casco histórico permanecen en desuso. Argumentos relacionados con los atractivos virtuales que ofrecen equipamientos modernos no les convencen. Tampoco consideraban acertado destinar la Casa Lazaga para tal fin debido a incompatibilidad total entre continente y contenido, pero el caso de la Cruz Roja es diferente «por su arquitectura de corte más popular y cercanía con la Venta de Vargas», entre otros factores.

No obstante, han de tenerse en cuenta las dificultades legales a la hora de adaptar como museo cualquier edificio histórico, sobre todo si cuenta con un alto grado de protección como es el caso. Cruz Roja tiene un nivel 2 en el PEPRICH, es decir, se considera un edificio «de elevado interés arquitectónico y singular», solo por detrás de los monumentales declarados o incoados BIC. En estos casos «la protección es íntegra, manteniéndose su concepción global, tipomorfología y elementos que la generan, su distribución interior esencial, sus envolventes y ornamentación».

Ficha de la finca conocida como 'de la Cruz Roja' en el PEPRICH.

Ficha de la finca conocida como ‘de la Cruz Roja’ en el PEPRICH.

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