por Nazaret Medina Domínguez

Carmen Orcero presenta una nueva ‘pieza’ para la colección literaria isleña.

La atmósfera acompañaba ayer la ocasión. Había anochecido en San Fernando y el frío propio del mes de noviembre creaba el clima perfecto para la presentación de esta nueva obra policíaca.

La escritora isleña Carmen Orcero presentaba su tercera novela: Un titular para un crimen. Y es que… «No hay dos sin tres» como bien destacó la autora en el Centro de Congresos donde tuvo lugar el esperado acto. Esperado por la expectación suscitada entre los asistentes: desde la alcaldesa con algunos miembros de la comitiva municipal hasta sus compañeras de infancia en la Compañía de María. Todos los allí presentes quisieron dar el apoyo merecido a Carmen quien mantuvo en todo momento la calidez y cercanía que tanto la caracterizan.

No faltaron risas durante esta presentación conducida por el joven periodista Alejandro Díaz. Era evidente la complicidad entre ambos y la profesionalidad de este compañero del gremio que, con sus preguntas supo dar a conocer a la autora tanto en su plano más personal como profesional.

La escritora hizo un recorrido por sus inquietudes literarias de niñez recordando títulos como Los cinco de Enid Blyton o aquellos artículos del periódico semanal ‘Mirador de San Fernando’. Publicación que despertó en Carmen su faceta periodística a la que da rienda suelta en esta novela, ya que la trama gira en torno a un suceso que será investigado por un periodista encarnando el papel de protagonista.

Carmen hace de esta forma un guiño a sí misma y a su tierra tan bien representada a través de lugares emblemáticos como el mítico molino de mareas de Río Arillo, lugar donde arrancara la trama de suspense.

Sin duda, asistimos a un auténtico viaje al San Fernando de finales del siglo XIX, donde una plácida noche de verano se verá ensangrentada por un terrible suceso. Carmen Orcero, al más puro estilo de Agatha Christie, nos propone un juego para descubrir al culpable de este crimen. Así que… vayan con cuidado porque ¡un asesino anda suelto por las calles de La Isla!

[Fotografía: Miguel Ángel Reyes]