‘Alma sin licencia’: Una oda al realismo más desapercibido

14 noviembre, 2016

por Alejandro Díaz Pinto

El poeta Enrique Rojas participará el próximo 19 de diciembre en el Congreso Internacional Phonetic-Ace Award de la Universidad de Sevilla. De momento continúa el periplo para presentar su último poemario a ciudades como Cádiz, Puerto Real o Conil de la Frontera.

Alma sin licencia es una colección de 32 obras que, según su autor, nació para homenajear cosas que suelen pasar desapercibidas para la mayoría de la población. «Los hice para mostrar al lector aquello en lo que no suele reparar pese a encontrárselo a diario». Enfermedad, alcoholismo, prostitución… temas desagradables pero no por ello menos reales que han servido como base a Rojas para crear un nuevo poemario donde vuelca todo su talento ya que en Cara de nadie, su antecesor, «incluí todo lo que tenía hasta ese momento».

Pero la cosa no queda ahí. A esos 32 poemas se suma lo que el autor denomina «trozos», que igualan en número a la parte anterior y están tomados de obras preexistentes. «Seleccioné aquellos que más me gustaban para completar esta oda a las realidades desapercibidas». Todos ellos siguen la pauta del ‘verso libre’ ya que «me aporta mayor libertad a la hora de dar rienda suelta a lo que quiero expresar», explica. Se caracteriza por hacer uso de las metáforas, entre otros recursos, a objeto de dar a entender las cosas sin necesidad de ser explícito.

Una sólida trayectoria

Su pasión por la escritura le llevó a obtener un primer reconocimiento público en 1997, cuando la delegación de Juventud de Chiclana editó Poemas para tus ojos: un paseo por sus obras de juventud. Pese a que su actividad nunca frenaría gracias a la participación en diversos recitales y publicaciones periódicas, la falta de oportunidades alargó la espera de su siguiente libro hasta 2006. “Para entonces disponía de una obra de calidad con la que obsequiar al público”, y la joven fundación VIPREN estuvo de acuerdo, pues se hizo cargo de El año que bebí de las aguas del Leteo. Cinco años después llegó el momento de Olvidadizo de lo que hacía, quise quererte, cuyo título homenajea la famosa frase de José Luis Borges: ‘Olvidadizo de que ya lo era, quise también ser argentino’.

Entonces llegó un punto de inflexión, en 2013, con la publicación de su primera obra de teatro. La misma adapta la vida de Dolores ‘La Petenera’ -a petición del Ayuntamiento de Paterna de Rivera- y se estrenó en la final del XXXIX Concurso Nacional de Cante por Peteneras de dicha localidad. Un año después se publicó también en formato físico, dos antes de su quinto libro -cuarto poemario- que vio la luz bajo el título Odas de amor hambriento, como resultado de la obtención del I Premio Nacional La Espiral Roja, promovida por dicha entidad. Y de nuevo, recupera el tono romántico con Cara de nadie: «un poemario con ciertas concesiones a lo social y a lo filosófico, con un fundamento claro».

'Alma sin licencia' es el último poemario de Enrique Rojas Guzmán, publicado por Editorial Fanes.

‘Alma sin licencia’ es el último poemario de Enrique Rojas, publicado por Editorial Fanes.

Confesiones

En su última entrevista a Patrimonio La Isla confesó que Odas de amor hambriento es la obra que genera en él mayor satisfacción, sin embargo, «El año que bebí de las aguas del Leteo supuso un esfuerzo mayor». En este caso, con Alma sin licencia, se atreve con un registro diferente donde el romanticismo que sus predecesores da paso al ‘realismo’ como eje vertebrador. Eso sí, manteniendo su sello.

Rojas declara su debilidad por La realidad y el deseo, de Luis Cernuda. Admira profundamente a César Vallejo o a Blas de Otero ya que «me producen un pellizco en el estómago» y siempre está pendiente de la poesía actual. En ese sentido ha disfrutado con Luis García Montero (Vista Cansada) o con Benjamín Prado. «Incluyo a Joaquín Sabina porque lo considero también poeta» con sus 19 días y 500 noches. «En la sencillez está la genialidad».

«Una mala novela es más digerible que un poemario mediocre»

El autor lo tiene claro ya que «al menos, te enteras de algo». Ahí radica, en parte, la dificultad de los lectores a la hora de valorar la poesía; corren el riesgo de sentir que pierden el tiempo según la obra con la que se introduzcan en el género. La posibilidad de autoedición, por ejemplo, es uno de los factores que juegan al despiste pues «no por publicar se convierte uno en poeta» del mismo modo que «se puede serlo sin tener nada editado». Claro que el hecho de contar con una editorial que se está jugando los cuartos, que invierte en un producto porque cree en él «es una garantía, especialmente si hablamos un mercado tan minoritario como el de la poesía».

Echa en falta «más apoyo por parte de las instituciones en San Fernando». No así en Cádiz, o en Chiclana, donde la concejala de Cultura «fue a la presentación de un libro mío sin siquiera conocerme». «Aquí en La Isla nunca veo al delegado», indica. Este apoyo «es muy importante, sobre todo para los que están empezando». Y si bien pone de relieve la facilidad con la que los ciudadanos puede hacer uso de instalaciones como el Centro de Congresos, echa en falta detalles como enviar, por ejemplo, notas de prensa para dar cuenta de muchos actos. «De ellos, desde luego, no sale. Pero es que cuando se lo pides tampoco lo hacen».

Eso sí, aclama la gran actividad cultural que caracteriza el día a día de los isleños.

Responder

Tu dirección de email no será publicada.Los campos señalados* son obligatorios *

Patrimonio La Isla © 2016 - Diseño Jesús Rivero

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies