Alicia Vallina, nueva directora técnica del Museo Naval: «Queremos hacer de éste un lugar de encuentro y excelencia investigadora»

15 noviembre, 2017

por Alejandro Díaz Pinto

Ldo. en Periodismo y Máster en Patrimonio Histórico-Arqueológico

Recogiendo el testigo de la que ha sido directora-conservadora del Museo Naval de San Fernando hasta fecha reciente, Berta Gasca, Patrimonio La Isla ha querido conocer de primera mano a la nueva profesional que en adelante estará al frente del equipo especializado encargado de este legado patrimonial, Alicia Vallina. Entre los proyectos más importantes, destaca el traslado de la biblioteca de la Armada que se conservaba en San Carlos y que contiene cerca de 12.000 volúmenes.

Gracias por atender la solicitud, Alicia. Para abrir boca, nos gustaría saber algunos datos sobre tu persona; cuál es tu ciudad de origen y si cuentas con antecedentes familiares que se dediquen profesionalmente al arte o a los museos.

Soy de origen asturiano y mi familia reside en Pola de Siero, una localidad ubicada en el centro de la región. Aunque ningún miembro de mi familia se dedicó nunca profesionalmente al mundo del arte, siempre recuerdo visitar de la mano de mis padres los principales museos de Madrid cuando en algunas ocasiones visitábamos la ciudad. Mi padre es un gran aficionado al arte contemporáneo y a las artes decorativas y colecciona a pequeña escala algunas obras de su interés, por lo que podría decirse que sí he tenido un contacto con el mundo artístico desde bien joven.

Querríamos que sintetizaras brevemente tu curriculum vitae. Desde estudios académicos base hasta experiencias profesionales más destacadas, pasando por másteres y especializaciones.

Soy licenciada en Periodismo y en Historia del Arte por la Universidad de Navarra y he realizado estudios de arte contemporáneo en la casa de subastas Christie’s de Londres. Pertenezco por oposición al Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos del Estado y soy Doctora en Historia del Arte y Estudios del Mundo Antiguo por las Universidades Autónoma y Complutense de Madrid. Poseo además estudios especializados en normalización documental en museos y nuevas tecnologías y soy perito tasador de obras de arte.

He trabajado en el Museo Sorolla de Madrid, en el Museo Sefardí de Toledo y en las Subdirecciones Generales de Museos Estatales y de Protección de Patrimonio Histórico de la Secretaría de Estado de Cultura. Mi último destino fue el Museo de América de Madrid, donde era responsable del departamento de documentación y archivo. He publicado numerosos artículos de investigación en revistas especializadas sobre patrimonio cultural y museos. Actualmente pertenezco al grupo de investigación SUMA, Universidad+Museos, integrado en la Universidad Complutense de Madrid y dirijo el catálogo razonado de la obra del artista catalán Joan Brossa, financiado por la Fundación Azcona.

Museo de América, en Madrid. Anterior destino de la entrevistada.

Museo de América, en Madrid. Anterior destino de la entrevistada.

¿Qué circunstancias de la vida te han llevado a embarcarte en esta nueva aventura profesional? ¿Cómo afrontas la experiencia?

Siempre me interesó mucho el mundo de la Marina, las apasionantes historias de hombres valerosos que surcaban los mares en busca de aventuras, sus desventuras, sacrificios y su sentido del honor y del valor. Además de esta visión naif, el patrimonio de la Armada Española es un gran desconocido para el público general, pero es uno de los acervos culturales más relevantes de nuestro país; España fue no hace tanto tiempo la principal potencia mundial en la mar.

Para mí la dirección técnica de este museo es un reto excepcional. Me reconozco como una persona entusiasta, vehemente y trabajadora y espero que junto con la colaboración de todo el personal del museo podamos convertirlo en referente cultural de la zona.

¿Qué opinión te merece el nuevo Museo Naval de San Fernando? ¿Y respecto a su anterior ubicación en la Población Naval de San Carlos?

El museo es magnífico y tiene unas grandes posibilidades. Aunque ya es una realidad, gracias a la anterior directora, quien llevó a cabo todo el traslado desde la anterior sede de la Escuela de Suboficiales de la Carraca. Es un museo con unas instalaciones excepcionales y con un personal volcado en el funcionamiento de la institución. El capitán de navío Vicente Ortells ha conseguido implicar a todos y creo que el museo ha de ser un referente esencial para la ciudad y para el resto de la zona de la bahía gaditana. Además, al encontrarse en plena ciudad, resulta de más fácil acceso y visita para el público, algo que no sucedía anteriormente al encontrarse dentro de la población naval. Esto ha contribuido sobremanera a aumentar el número de visitantes y a favorecer el desarrollo del propio museo.

¿Cuál es exactamente el trabajo de un conservador-restaurador en un museo de estas características? Reivindica algo que usualmente pase desapercibido, pero, al mismo tiempo, sea imprescindible dentro de vuestra labor.

Realmente mi cargo es el de directora técnica del Museo Naval de San Fernando. Existe mucha confusión respecto a los términos conservador y restaurador. El restaurador es el encargado, previa formación a través de diplomatura, de llevar a cabo todas las tareas necesarias para paliar, frenar o evitar que se produzca el daño o deterioro de una obra. El conservador es el encargado de la gestión, organización y dirección del museo y, en principio, si no se ha formado para ello, no es un restaurador y tampoco al revés. Además, a la profesión de conservador de museos de carácter estatal se accede por oposición.

El trabajo de un director técnico consiste en gestionar y coordinar todo el trabajo que se lleva a cabo en las diferentes áreas de la institución. Supone, por ejemplo, percibir las necesidades de los visitantes para que su visita sea más cómoda, que la información que reciben no sea únicamente unidireccional, que le empuje a plantearse interrogantes y que logre resolver algunas dudas. Además, deberá establecer un control exhaustivo de la colección del museo, coordina las tareas a realizar por el restaurador y, por supuesto, se encarga de realizar proyectos de investigación con otras instituciones, universidades, etc. Hay mucho trabajo que realizar y que no cito, pero, en definitiva, se trata de gestionar el conjunto del museo.

Cañones, proyectiles y maquetas del Museo Naval de San Fernando.

Cañones, proyectiles y maquetas del Museo Naval de San Fernando.

¿Por dónde has empezado? Es decir, ¿en qué ha consistido y consistirá el trabajo de Alicia Vallina en el Naval de San Fernando durante los primeros meses?

Lo más importante de un museo es su colección. Sin esta no hay museo, por lo que es esencial llevar a cabo un control, análisis, catalogación y documentación rigurosa de las piezas de la institución, tanto de las expuestas como de las que se encuentran ubicadas en los almacenes. Del mismo modo es esencial contar al visitante de modo atractivo y didáctico la historia de los objetos que custodiamos, por lo que debe existir rigor en la documentación que presentemos al público. Además, debemos mantener el atractivo, realizar actividades de interés para el visitante y seguir realizando tareas de investigación que pongan de relieve el patrimonio de la Armada Española y honren la dedicación de grandes nombres de marinos hoy olvidados para la historia.

¿Existe algún objetivo o proyecto concreto que te gustaría poner en marcha durante esta etapa profesional? Dentro del Museo, claro.

Tenemos en marcha sendos convenios con las Universidades de Sevilla y Cádiz para activar proyectos de investigación en el museo y trabajaremos duramente para que puedan llevarse a cabo. Esto favorecería sobremanera nuestro trabajo y facilitaría el conocimiento y la formación de alumnos que tuvieran interés en nuestra historia naval, por lo que el premio sería excepcional. Uno de mis intereses fundamentales es despertar la curiosidad de los estudiantes y de los jóvenes en este inmenso patrimonio, pues no debemos olvidar que la Armada posee uno de los legados más importantes de bienes culturales y archivísticos de España.

Del mismo modo, vamos a llevar a cabo el traslado de la biblioteca de la Armada que se conservaba en San Carlos y que está compuesta por cerca de 12.000 volúmenes, siendo alrededor de 4.000 de ellos de carácter histórico. Por ello, el museo se convertirá así en un excelente centro de investigación y consulta sobre la historia de la ciudad y también de la Armada. También dispone el museo de una excelente sala de conferencias donde pretendemos realizar encuentros de investigación, conferencias y cursos monográficos que hagan de esta institución un lugar de encuentro y de excelencia investigadora.

¿Con qué parte del legado patrimonial del Museo te quedarías a nivel personal? ¿Cuál te parece más interesante; piezas de marinos ilustres, arqueología subacuática, imaginería religiosa, pinturas…?

Las colecciones del museo son sumamente interesantes. Especialmente destacaría la colección de exvotos de los siglos XVIII y XIX y la imaginería que se conserva en la sala religiosa. Esta localización es especialmente interesante por lo que significaba y significa para los marinos la protección de la divinidad frente a situaciones tan extremas y peligrosas como el embarcarse a navegar durante meses, e incluso años. Especialmente importantes son también las salas de arqueología subacuática, así como las que albergan colecciones de vexilología militar, armamento y uniformes de la Armada junto con algunos instrumentos de carácter científico datados en los siglos XVIII y XIX. No es baladí la colección de retratos de algunos marinos ilustres, por lo que es un conjunto de bienes culturales de lo más completo y significativo.

Imágenes religiosas y parte de los exvotos conservados en el Naval.

Imágenes religiosas y parte de los exvotos conservados en el Naval.

¿Conocías San Fernando antes de esta oportunidad? ¿Qué destacarías de esta ciudad a nivel cultural/patrimonial y qué aspectos consideras mejorables?

La verdad es que no conocía la ciudad. Había estado previamente en algunas otras poblaciones de la Bahía de Cádiz, pero únicamente como turista ocasional. San Fernando es una ciudad fantástica, llena de historia, tiene una enorme riqueza cultural y patrimonial y sus habitantes son muy afables y serviciales. Es una ciudad llena de vida e indudablemente de actividad. Uno mis lugares favoritos es el Real Observatorio de la Armada, el más antiguo de España y uno de los más importantes del mundo. El Arsenal de la Carraca es un lugar lleno de historia y, aunque ahora haya perdido su esplendor, no dejo de imaginar a marinos desfilando y trabajando frenéticamente en sus instalaciones. Tuve la oportunidad de asistir a un acto en el Panteón de Marinos Ilustres y me resultó un lugar emocionante. También he podido ver algunos yacimientos con restos de hornos y alfares fenicios y cartagineses, algo excepcional por su poca frecuencia peninsular.

Además, San Fernando es la cuna de la democracia, pues aquí se constituyeron las Cortes de Cádiz en 1810. En definitiva, una ciudad increíble que debe seguir trabajando por situarse en el lugar que le corresponde como centro artístico y patrimonial de la provincia.

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