por Alberto Rodríguez Domínguez

Ldo. en Administración y Dirección de Empresas, experto en Gestión de Empresas Turísticas. 

En la era de los mastodónticos presupuestos para poner en marcha rehabilitaciones patrimoniales, no pocos nos hemos preguntado si realmente es necesario y/o aconsejable invertir tales cantidades, del todo desproporcionadas, para poner en valor monumentos o lugares insignes que pueden atraer turismo y a la vez convertirse en sitios clave para el disfrute y esparcimiento de los isleños.

A continuación, proponemos un ‘Top Ten’ de estos lugares infrautilizados, marginados, vallados y olvidados que solo requerirían una pequeña inversión para ser puestos en valor. Tengamos presente que la gente desea ver las ruinas ‘in situ’, tal y como están, sin perder su esencia como ocurre cuando se rehabilitan y se convierten en ‘otra cosa’.

Tenemos ejemplos claros con la Casa Natal de Camarón y, hasta cierto punto, con el Castillo de San Romualdo. Todo puede hacerse ‘low cost’ con un poco de voluntad; no perdamos la perspectiva de lo que realmente nos importa a los visitantes cuando vamos a ver Patrimonio. ¿Qué esperamos encontrar cuando visitamos el Foro Romano o la Acrópolis Ateniense? ¿Quizás el Partenón reconstruido con materiales de hoy día? No es eso lo que busca el visitante, sino la experiencia de ver y tocar lo construido muchos siglos atrás, aunque se haya caído.

1. Baterías defensivas y bunkers de Camposoto. Desbrozado, eliminación de construcciones anejas a la estructura, retirada de arena y pequeña consolidación muros. Paneles explicativos de su importancia.
2. Huerta de la Compañía o del Obispo. Son unas ruinas interesantísimas para verlas tal y como están. Limpieza de escombros y consolidación de muros y almenas. Derribo del murete que linda con la carretera y desbroce de vegetación. Sería un estupendo lugar para visitas culturales.
3. Punta Cantera, muelle y polvorines. En este caso, los polvorines casi no habría que tocarlos. Abrirlos al público requeriría un proyecto claro y una inversión, pero ¿qué impide desalambrar el lugar, poner mesas de picnic de madera y barbacoas al estilo del Cerro de los Mártires para crear un parque urbano junto al mar donde sus visitantes podrían bañarse e incluso navegar? Quizás éste sería el proyecto más barato y fácil de todos. Habría que limpiar algo de vegetación, retirar algunas construcciones de chapa y derruir algunas pequeñas. Poco más.
4. Cementerio de los Soldados o de San Carlos. Requiere consolidación de los muros para que no se caigan, desescombrar la zona, algún cartel explicativo, recogida de basuras y desbroce de vegetación. Otro lugar junto al mar inigualable que además conecta a través de la playa anexa con el Puente de Ureña, también en esta lista.
5. Penal de las Cuatro Torres. Dentro de La Carraca, necesita algunas obras menores de consolidación, un pintado integral y quizás tematizar un poco más las dependencias donde estuvo recluido Miranda. Lo malo es la restricción en la entrada a La Carraca, pero no obstante podría incluirse en el circuito de visitas que habitualmente se hacen al arsenal y que forma parte de la oferta de rutas turísticas de la ciudad actualmente.
6. Puente Zuazo, baluartes y baterías defensivas. Actualmente relanzado gracias a la labor de la Fundación Legado de Las Cortes. No es necesaria la inversión de 20 millones que se publicitó. Solo hay que limpiarlo de basuras, desbrozarlo, trasladar a las familias que lo han ocupado y pequeñas obras de consolidación. También necesita carteles explicativos.
7. Real Carenero. Quizás el ejemplo más lacerante de cómo no deben hacerse las cosas. Necesita un proyecto para su uso, pero mientras tanto quiten las absurdas vallas de obra, enséñenlo junto con el Puente, ábranlo y creen una ruta. Lo tienen ahí disponible, nuevo. Sólo limpien un poco su entorno y listo para visitas culturales. Recurso gratis, ¿quién tiene las llaves?
8. Puente de Ureña. Necesita alguna obrita menor de consolidación y un poco de limpieza alrededor. Muy poco que hacer. Podría enseñarse junto con la ruta del Cementerio de los Soldados y quizás hacerla extensiva a la visita cultural a los polvorines, ya que el muelle de Punta Cantera está a menos de 10 minutos andando por la playa de La Casería —que por cierto habría que limpiar también, pero de verdad— del cementerio y del Puente de Ureña.
9. Molino de Mareas de San José. Su recuperación total supondría una gran inversión, pero ¿por qué no hacer unas obras de contención y consolidación que requerirían poco presupuesto? Necesita algunos paneles explicativos, un aparcamiento para bicis y quizás una zona de mesitas a modo de merendero. Tirado de precio.
10. Antigua factoría almadrabera. Jamás se debió prohibir el aeromodelismo en la zona, de hecho era el lugar ideal, incluso para hacer concursos que podrían atraer gente de fuera. No obstante, la consolidación de los lienzos de muro sería necesaria creando también una zona bastante interesante para poner mesas de picnic y hacer visitas al entorno, cercano al Centro de Visitantes y a las piscifactorías. Habría que limpiarlo a fondo.

Estas son las diez propuestas de bajo presupuesto que, pensamos, podrían revitalizar un aspecto tan interesante para el turismo como es el ecológico y natural. Darle la espalda a eso es absurdo y perdemos una oportunidad de oro para destacarnos y diferenciarnos de otras localidades del entorno que carecen de nuestro Parque Natural. Por supuesto hay otras muchas localizaciones que requieren poca inversión para ser puestas en marcha… pero esas ya serán fruto de un próximo artículo. Aquí no está todas las que son, pero son todas las que están.