por Alejandro Díaz Pinto

Ya se ha ampliado la oferta del Museo Naval de San Fernando con visitas a la zona noble del palacio. Aunque abiertas a grupos concertados, habrá pases diarios a las 10:30 y 12:00 horas.

¿Saben ustedes que las consolas del salón del trono se inspiran en composiciones de Goya? ¿y que a lo largo del Patio de los Cristales se disponen retratos de todos los comandantes/capitanes que han pasado por allí? Son algunas de las anécdotas que la guía del Museo Naval comparte a lo largo del recorrido por Capitanía y que muchos isleños que hasta ahora pasaban por delante del palacio no podían adivinar.

Pero hay más. Es precisamente este patio la primera de las paradas que conforman el itinerario, justo después de pasar por el oratorio, ya desacralizado aunque destinado exponer piezas de carácter religioso procedentes de San Francisco. Acto seguido, el hall del edificio. En él puede observarse la Calle Real desde una perspectiva diferente, admirar la escalera en maderas nobles que accede a la planta superior, aún residencial, y suntuosos muebles de estilo español. Las alfombras proceden de la Real Fábrica de Tapices y cuatro grabados originales recrean, sobre la pared, escenas de la Batalla de Tolón.

A continuación el Patio Central, profundamente reformado por el ingeniero de fragata Sánchez de Cerquero cuando la entonces Comandancia General del Apostadero abandonó en 1917 el edificio había ocupado durante medio siglo en la Población Militar de San Carlos. Es aún más suntuoso gracias a un mobiliario que bien podría remontarse al siglo XIX por su estilo, de corte isabelino, o a los retratos de marinos ilustres como Jorge Juan o Saturnino Montojo que decoran las galerías del perímetro. La siguiente estancia es el Comedor. Una extensísima mesa en la que suele almorzar el Rey durante sus visitas a la Comandancia se completa con sendas vitrinas a uno y otro lado de la estancia sobre las que se exponen, entre otras piezas, un juego de sopera y ánforas con escenas de la Batalla de Trafalgar. Destacan, en los laterales, un mueble con la vajilla al completo y la ventana al patio del edificio, alicatado al estilo andaluz. La mantelería que se utiliza está confeccionada ni más ni menos que por las HH CC Capuchinas de San Fernando.

Una de las interesantes piezas que los visitantes contemplan a lo largo del recorrido.

Salones ‘del Trono’ e ‘Isabelino’

La penúltima estancia es la más importante. Se trata del Salón del Trono. Su suelo está cubierto con alfombras también procedentes de la Real Fábrica de Tapices y cuenta con dos consolas de estilo rococó con escenas inspiradas en obras de Goya. El ‘trono’ se asienta sobre dos peldaños para recordar el alto rango del Almirante durante eventos como la Pascua Militar que a principios de año realiza balance de las actividades celebradas durante el último ciclo y un adelanto de las que están por llegar.

Los visitantes acceden, finalmente, a la Sala Isabelina. La misma donde el Rey Felipe VI estuvo firmando documentos durante su última visita. Destaca la marquetería preciosista de la mesita central, así como un lujoso piano y tablero de ajedrez empleados para amenizar los momentos de ocio cuando no existían recursos como la televisión. Preside la sala Carlos III. El retrato del que promoviera el traslado del departamento a La Isla durante la segunda mitad del XVIII procede ni más ni menos que de los fondos del Museo del Prado, y la lámpara pendiente del techo de la Real Fábrica de Cristales de La Granja.

Las estancias de Capitanía contienen sin lugar a dudas varios de los mayores tesoros artísticos de La Isla y a partir de ahora forman parte del circuito turístico-cultural ofertado por esta ciudad.

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