por Alejandro Díaz Pinto

El escritor isleño relanza su primera novela mientras prepara la publicación de su siguiente obra literaria.

‘Un periodista de nombre Santibáñez Díaz consigue el trabajo de su vida en un importante periódico de Madrid tras una dilatada etapa como becario mal pagado, pero avatares del destino le sacarán de esta nueva ‘balsa de aceite’ para retomar el contacto con una familia que había relegado al pasado: la suya propia’.

Bajo esta atractiva premisa presentaba en junio Paco S. Sampalo su primera novela publicada -que no escrita- bajo el sello Malbec. El joven isleño, graduado en Ciencias Económicas y Empresariales, aunaba en La maldición de los duros antiguos su amor por las letras -arte que practicaba desde los concursos escolares organizados por el Colegio Liceo- y sus raíces más carnavaleras. El resultado, explica, «ha cambiado mi forma de entender la literatura, ahora lo hago desde un enfoque más profesional». Esta evolución llega con un nuevo sello en la portada: el que advierte de su segunda tirada impresa y lista para ser disfrutada tanto como la anterior. Aquella «ya estaba agotada a primeros de septiembre».

De momento solo ha recibido críticas positivas. Críticas que inciden particularmente en su forma de mantener el suspense combinándolo con el humor o en los ingeniosos paralelismos entre sus personajes y nombres muy conocidos en el mundo del Carnaval de Cádiz. Además de sus allegados -Paco suele moverse en este ambiente-, agradece el apoyo que recibió en redes sociales por parte de Antonio Pedro Serrano ‘el Canijo’ o Martínez Ares, grandes músicos a los que siempre ha admirado. Otro de sus apoyos es la escritora isleña -aunque residente en Puerto Real- Rosa de la Corte Sorroche, quien colaboró recientemente con Patrimonio La Isla y dedicó a Sampalo unas cariñosas palabras tras las presentaciones del libro en el IES Fuerte de Cortadura y en el Café La Casapuerta.

Esta primera edición estuvo además en verano entre las obras gaditanas más vendidas dentro del ranking elaborado por Quorum, mérito nada desdeñable para quien considera que «me falta mucho por aprender. Porque solo leyendo a los grandes es como vas refinándote a nivel literario, en el ritmo de la narración», explica. Algunos de sus referentes son la novela negra de Andreu Martín o el terror psicológico de Stephen King. Asimismo destaca el arte de Juan Gómez-Jurado a la hora de construir personajes, de estructurar sus historias.

El orden de los factores no altera el valor del producto

Como ha quedado reflejado no es La maldición de los duros antiguos la primera obra que escribió Paco S. Sampalo. Este rol lo juega El aprendiz de alquimago -ya en vías de edición-, de la que destaca «un punto juvenil pero también su prosa, más poética». Se trata de una novela de época ambientada en el Renacimiento, en la ciudad de Florencia, y cuenta con el cameo de personajes ilustres de la Historia como Maquiavelo, Da Vinci o Miguel Ángel Buonarroti «a quienes imprimo una personalidad basada en rasgos conocidos». A los lectores les espera, además, una sorpresa final que les resultará muy familiar: «Un icono del patrimonio en Cádiz».

Eso sí, «aunque el contexto es riguroso, contiene matices relacionados con la fantasía», explica; es uno de los recursos empleados para hacer entender a la juventud lo que significó este período histórico, «para hacerlo atractivo a sus ojos».