por Alejandro Díaz Pinto

Ldo. en Periodismo y Máster en Patrimonio Histórico-Arqueológico

La profesora y poeta Rosario Troncoso presentará en breve su nuevo poemario publicado por La Isla de Siltolá. Por primera vez para Patrimonio La Isla, reflexiona sobre el pasado y el presente, sus sueños cumplidos y su labor editorial.

Hay momentos en la vida que inducen a un ejercicio de retrospección, propicio para analizar todos esos impulsos del corazón que el sentido común aplaca con los años pero quedan ahí, latentes, para recordar lo apetecible y a la vez políticamente incorrecto de la juventud. Son estas evocaciones del ayer, esa faceta que se diluye entre en sentido común de los años lo que Rosario Troncoso define como Nuestra orilla salvaje, nuevo título con el que la poeta gaditana continua definiendo su madurez literaria.

Para Rosario, «la vida es como un río», y estos sentimientos son «el riesgo que conlleva atravesar ese río y que, en ocasiones, te llevan muy al límite». Alrededor de 40 poemas desgranan este mensaje en un libro con más de dos años de preparación que describe como «muy trabajado, metódico y respaldado por una editorial puntera como es La Isla de Siltolá». Aún no está a la venta, pero, mientras espera, retoma ese análisis del pasado para recordar, en su primera entrevista a Patrimonio La Isla, sus inicios en el mundo literario de la mano de Juan Jesús Payán. «Fue él quien me empujó a publicar por primera vez, prologando aquel poemario —Huir de los domingos (2006)— que consistió en una recopilación de lo que escribía en la facultad», explica. Y es que pese a manifestar cierto pudor cuando se define a sí misma como ‘poeta’, Rosario cuenta con un aval académico y universitario, vinculado al mundo de las letras que, por supuesto, merece ser tenido en cuenta. Se licenció en Humanidades por la Universidad de Cádiz y cursó un máster en Periodismo y Gestión Cultural antes de opositar para lograr su plaza como profesora de Lengua y Literatura.

De la mano siempre de quienes ella considera ‘referentes’, prosiguió su andadura como autora con Delirios y mareas (2007), editado por Publicaciones del Sur y del que se enorgullece porque «está en casi todas las bibliotecas de Andalucía». Fue apadrinada por el conocido músico portuense Javier Ruibal cuando presentó en el Ateneo de Cádiz esta obra «más madura respecto a la anterior», con portada del artista isleño Alfonso Arenas y que se resume su vinculación con el mar.

Juguetes de Dios (2009) supuso «un nuevo paso adelante —o hacia atrás, según quien lo lea—» debido a un aroma más oscuro e introspectivo, aunque el verdadero punto de inflexión llegaría, como su propio título indica, con El eje imaginario (2012). Este poemario, apoyado por Paco Basallote de cara al Premio Andalucía de la Crítica, le llevó por grandes ciudades como Sevilla o Madrid de la mano de En Huída, editorial hispalense que ha apostado por otros célebres escritores gaditanos como José Luis Morera (La crisálida de jabón) o María del Carmen Orcero (El suave olor de las magnolias, Un titular para un crimen).

Tras Fondo de armario (2014), una selección de poemas y artículos de prensa «sobre el valor de las cosas que nos rodean, materiales… pero importantes», llegaría el empuje definitivo gracias Sánchez Menéndez y La Isla de Siltolá, con quien publicó Transparente (2015). Fue presentado por José Luis Morales en la Casa del Libro, Madrid, y, en el sentir de la autora, «dejó el listón muy alto de cara a mis siguientes trabajos». En este sentido matiza que «nunca he buscado gloria ni admiración, únicamente respeto. Con Transparente conseguí sentirme respetada, que me consideraran menos una niñata y más como una mujer que ama la poesía».

Rosario Troncoso en una foto reciente. Al fondo, la Bahía.

De ‘editada’ a editorial

Rosario Troncoso no se conformó con que otros confiaran en su obra. También ella quiso experimentar lo que se siente desde la otra orilla —nunca mejor dicho— y, así, poner su grano de arena para que a nuevos talentos se les abran las mismas puertas que un día le abrieron a ella. El embrión de su incursión en el mundo editorial se remonta a la facultad, cuando «algunos compañeros fundamos la revista Astarté«. En esa época «tuve la oportunidad de impregnarme de todo lo que se movía en Sevilla y en Cádiz y quise formar parte de ello». Desde entonces ha impartido talleres y organizado multitud de recitales y encuentros poéticos.

No obstante sea quizás la revista El Ático de los Gatos aquello por lo que muchos empezaron a conocer el nombre de Rosario Troncoso; una publicación literaria y cultural nacida a raíz de un blog del mismo nombre gracias a la cual «he cumplido un sueño que tenía desde que estudié la carrera». Se trata de un proyecto gestado junto al escritor Pedro Sánchez Sanz que desde 2012 vuelve cada año a las librerías, superándose en cada entrega. Carmen Sotillo, Francisco J. Márquez y Fran Raposo forman en la actualidad, junto a Troncoso, el equipo de la publicación donde gran parte —si no la totalidad— de autores gaditanos, y muchos de fuera, han tenido la oportunidad de lucirse en alguno de sus números. El de este otoño, adelanta, será especial pues «se trata del número 7, año 7 y los gatos tienen 7 vidas». A raíz de ella aunque destinada a un público infantil y con un cariz solidario nació, poco después, El Ático de los Gatitos, que pese a las reservas de quien conoce bien los gustos infantiles, ha ido creciendo con cada presentación.

Pero Rosario, además, compatibiliza ambas revistas con su propia editorial: Takara. La misma se subdivide, a su vez, en varias colecciones según el tema y la trayectoria de cada escritor. La primera de ellas, ‘Wasabi’, se caracteriza por publicar 300 ejemplares limitados y numerados de autores de poesía, narrativa breve y aforismos que cuentan ya con una carrera más o menos consolidada. «Una vez que se acaban, no los volvemos a reeditar», explica, lo que reviste estos libros de cierto cariz coleccionista. Es el caso de Benítez Ariza, Elías Moro, José Luis Morante, Javier Sánchez Menéndez, León Molina, Itziar Mínguez Arnáiz o Olga Bernad, estos tres últimos, en preparación.

Una segunda colección bautizada con el nombre de su hija, ‘Helena’, reúne autores noveles, es decir, aquellos que se estrenan con su primer poemario. Entre ellos están Paco Ramos Torrejón, Francisco J. Márquez, Javier Gallego y Adelaida Porras Medrano. A ambas se sumarán en breve dos nuevas líneas de edición más convencional tituladas Takara Narrativa —para novelas cortas y relatos— y Takara Poesía, que acogerá a autores como Jesús Barroso, Enrique Montiel Sánchez o Paco Carrascal.

Troncoso se enorgullece de valorar la «calidad a todos los niveles». «En este mundo hay de todo», explica, desde verdaderos enamorados de la poesía con una producción discreta, hasta poetas brillantes que dejan mucho que desear desde el punto de vista humano. Es su criterio, claro. De ahí que se permita la licencia de aplicarlo a su actividad editorial, realizando promedios de los que están saliendo y saldrán muchos nombres en años venideros.