Flauta de Pico

2 marzo, 2016

por Alberto Domínguez Gálvez

Como es bien sabido, la flauta de pico es y ha sido durante cientos de años, el instrumento por excelencia para los músicos aficionados, quizás por su fácil disponibilidad para ser tocada. No es tan conocido, sobre todo en ciertos países y zonas de su geografía, que este instrumento se ejecuta de manera profesional y dispone de un repertorio de gran trascendencia desde siglos atrás hasta la actualidad.

La intención de este escrito no es otro que, por medio de parte de su historia y ejemplos audiovisuales, mostrar sus capacidades técnicas y expresivas, haciéndoles reflexionar más allá del papel comúnmente asociado a la flauta de pico como ‘instrumento facil’ y/o ‘de colegio’, y hacer ver así que está a la altura de las prestaciones mas exigentes.

Junto con la voz, conocida como uno de los instrumentos mas antiguos, la flauta de pico halló una gran implantación desde la Edad Media en el ámbito de la música culta centroeuropea. Las informaciones que se derivan de las fuentes iconográficas y documentales constituyen la referencia mas importante para hacernos una idea de las características del instrumento en esa época, del sonido y su contexto musical y socio-cultural. Frente a la presunta ambigüedad iconográfica y documental existe, por suerte, un testimonio real de una flauta de la época medieval que ha llegado hasta nosotros en buen estado. Se trata de la flauta mas antigua conocida, la flauta de ‘Dordrecht’.

Como uno de los representantes de la recuperación de la música medieval más importantes en la actualidad, tenemos al flautista e investigador Pedro Memelsdorff.

El instrumento no tomó sin embargo un gran impulso hasta llegado el siglo XVI, cuando nació una verdadera familia compuesta por las flautas soprano, alto, tenor y bajo -llamados ‘Consort’-, que corresponden a las tesituras vocales que se establecen en el diseño de la composición polifónica de ese tiempo. De este diseño de las flautas en familia se conservan numerosos originales, y en los que se puede apreciar ya una construcción sofisticada para una composición e interpretación más exigente.

El repertorio de la flauta en el Renacimiento y Barroco temprano es muy extenso y los interpretes contemporáneos suelen interpretarlo con flautas ‘Bassano’ -las cuales hemos visto en el anterior vídeo- y también con otro modelo denominado ‘Ganassi’, que presenta una morfología exterior algo distinta. Se ha de tener en cuenta que hablamos de un instrumento ‘inventado’ a partir de la reconstrucción de un ejemplar bastante deteriorado del siglo XVI. En los siguientes enlaces se muestra música interpretada con flauta ‘Ganassi’. El primero es una pieza de Jacob Van Eyck -obra incluida en la colección más grande para un instrumento de viento ‘a solo’ en la historia: ‘Fluyten Lust-Hof’). El segundo es una sonata algo posterior del compositor G. B. Fontana.

La evolución posterior de las flautas de pico, ya entrado el siglo XVIII o pleno Barroco, fue pareja al desarrollo de la música instrumental, con lo cual se llegó a la elaboración de una flauta con características propias para la ejecución del repertorio, un tipo de repertorio de carácter más solista dentro del nuevo contexto vocal e instrumental. Es, pues, cuando su literatura solística y dentro de orquesta alcanza el punto de esplendor universal.

Durante la década de 1720 en Inglaterra, los conciertos para flautas de pico -sobre todo las de menor tamaño- se convirtieron en el principal tipo de pieza tocada entre los espectáculos de ópera y teatro por compositores-interpretes de flauta como los destacados J. Loillet, J. Banister, J. Paisible, J. Baston, J. C. Schickhardt, R. Woodcock o W. Babell. Durante los intervalos o pausas entre obras, a menudo, los principales miembros de cada banda tocaban ‘mini-conciertos’ conocidos como ‘entertainments’ o entretenimientos. El sonido de la pequeña flauta resaltaba por su agudeza y característica acústica por encima de la orquesta de cuerdas, proporcionando así un interés para el público totalmente novedoso.

En Francia, el auge de la flauta de pico tuvo una singular incidencia a partir de los primeros años del siglo XVIII, coincidiendo con la ultima época del reinado de Luis XIV y, de manera intensa, las primeras décadas de la regencia de su sucesor. Con el advenimiento de la moda cortesana por ‘le gout pour la bergerie’ se creó una música de carácter alegre y pastoral, afectada y galante. Algunos de los compositores franceses que escribieron música para flauta de pico son, entre otros, N. Chedeville, P. D. Philidor, J. B. de Boismortier y J. Hotteterre.

Por otro lado, en el territorio germánico, quizás uno de los ejemplos más destacados lo vemos en el uso que hizo de la flauta dulce J. S. Bach -considerado por muchos como el mejor compositor de la historia-, confiriéndole un trato especial en muchas de sus obras, especialmente en las cantatas -donde el autor reclama alto y sopranino en Fa- y en dos de sus conocidos y espectaculares ‘Conciertos de Brandenburgo’. Cabe destacar la figura del compositor G. F. Händel, posteriormente nacionalizado inglñes, quien dio un papel de relevancia al instrumento incluyéndolo en óperas y sonatas como solista -HWV 362, 369, etc-. También, el que probablemente sea la figura más importante para dicho instrumento, G. P. Telemann -compositor mas prolífico de la historia-, quien explotó al máximo sus cualidades sonoras y técnicas y nos dejó un enorme legado en cuanto a número y calidad compositiva.

En el caso de Italia, la calidad de las obras para este instrumento se hace evidente en las composiciones musicales que conocemos, en las que se observa un dominio de la escritura muy particular o específico y que requiere gran capacidad técnica. Por ejemplo, el concierto en Fa mayor para flauta de pico soprano de G. Sammartini, de gran virtuosismo; las sonatas de Francesco Maria Veracini, P. B. Bellinzani, B. Marcello y, cómo no, la exquisita producción de A. Vivaldi dedicada a este instrumento que incluyó en sonatas, conciertos de cámara, etc. Destacan los conciertos como solista RV 441, 443, 444 y 445 con una escritura más propia del violín debido a su espectacular virtuosismo.

Una vez pasada la epoca de mayor esplendor para el instrumento, éste cayó en desuso y pocas son las composiciones tardías o preclásicas de las que es partícipe, aunque contamos con obras bastante interesantes como es la ‘Trio Sonata para flauta de pico bajo, viola y continuo’ de C. P. Bach, WQ 163. El uso de la flauta de pico se restableció ya en el siglo XX, básicamente por la recuperación de la música renacentista y barroca. Su difusión mundial creció gracias a sus posibilidades pedagógicas como herramienta para la iniciación musical, aunque su mayor producción será dada en esta época y hasta la actualidad, demandada por compositores de renombre como P. Hindemith, Luciano Berio, K. Stockhausen, B. Britten o L. Bernstein.

Pero no solo ha vivido la flauta de pico de la música que conocemos como ‘culta’. También fue requerida desde sus orígenes para la música tradicional en muchos países. Sin ir más lejos, en la actualidad, tenemos en el ámbito de la música folk, en España, a Carlos Núñez como uno de sus mejores representantes. Ha sido ocasionalmente utilizada en el mundo del pop por grupos como los Beatles, los Rolling Stones, Led Zeppelin o Jimi Hendrix; y en el jazz, usada entre otros, por interpretes como Maria Schneider y Benoît Sauve.

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