por Alejandro Díaz Pinto
Investigadores de la Universidad de Cádiz han publicado recientemente un artículo sobre los ajuares exóticos de la necrópolis neolítica de Campo de Hockey en la prestigiosa revista Comptes Rendus Palevol de la Academia de las Ciencias de Francia: Social inequalities in the Neolithic of southern Europe: The grave goods of the Campo de Hockey necropolis (San Fernando, Cádiz, Spain).
Corría el año 2008 cuando tuvo lugar en San Fernando la excavación de este yacimiento, la cual, dirigida por el Doctor Eduardo Vijande, puso al descubierto una extensa necrópolis con cerca de 80 enterramientos en base a un ritual peculiar: frente a los enterramientos colectivos característicos de esta época en la mitad sur peninsular, aquí se documentaron cerca de 80 inhumaciones de tipo individual -a lo sumo dobles y triples-.
Es muy interesante la presencia en las tumbas más elaboradas -una minoría dentro del total- de elementos de ajuar «exóticos», según explica Vijande, es decir, «aquellos materiales de origen lejano al entorno de la actual provincia de Cádiz, como rocas, minerales y ámbar, cuya procedencia se aleja varios cientos de kilómetros de esta necrópolis».
Son múltiples las analíticas realizadas de estos materiales en la Unidad de Geoarqueología y Arqueometría Aplicadas y en los Servicios Centrales de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Cádiz -dirigidas por los profesores Domínguez-Bella y Martínez-. Las hipótesis planteadas sobre su posible procedencia son muy variadas, y contemplan zonas como la Sierra de Guadarrama o Sierra Morena, para algunas de las hachas. El ámbar, por su parte, se cree procedente de sitios aún más lejanos como Portugal, el norte de España o la isla de Sicilia.
«Estos productos exóticos hallados en las tumbas más elaboradas constituyen posibles indicios de desigualdad social», afirma Vijande, añadiendo además que «la presencia de cuentas y colgantes de ámbar, variscita o turquesa en un territorio que hace 6000 años era una completa isla, evidencia que estos pobladores poseían, al menos, unos mínimos conocimientos de navegación para llevar a cabo el intercambio».
El artículo ha sido publicado en la prestigiosa revista francesa gracias al esfuerzo de un equipo investigador que forman Salvador Domínguez-Bella, Juan Jesús Cantillo Duarte, Javier Martínez Lópe y Antonio Barrena Tocino, además del propio entrevistado.
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