por Alejandro Díaz Pinto

La ‘matrona’ integrada en el monumento a las víctimas de la Guerra -Plaza Font de Mora- perdió una de sus manos hace varios meses. El delegado de Infraestructuras y Mantenimiento Urbano, Antonio Rojas, afirma que su reposición correrá a cargo de los restauradores solicitados dentro de los próximos planes de empleo de la Junta de Andalucía.

Fue Alberto Rodríguez, administrador del Laboratorio de Ideas Turísticas para San Fernando -Islaturis- quien alertó a este portal de que el grupo escultórico de Borrás lucía incompleto. La figura principal, alegoría de la ‘Patria’, no muestra ya el laurel de la victoria ni la «merecida gloria conquistada con el sacrificio de la vida» tal como describía su autor hace casi un siglo. Tampoco la mano que la sustenta. Del muñón sobresale el tornillo que unía las piezas recordando así la época en que esta escultura era víctima constante de atentados por parte de quienes la relacionaban con el Golpe de Estado del 36.

En realidad, el monumento es diez años anterior a dicho acontecimiento y partió de una iniciativa municipal para homenajear a los caídos en la Guerra del Rif cuando las tropas españolas atacaron la sublevación de estas tribus marroquíes. La razón es que muchos de los integrantes de estas campañas que tuvieron lugar entre 1909 y 1926 eran naturales de la ciudad de San Fernando. Finalmente, y como apunta Martínez Montiel en su artículo sobre esta obra artística, la inscripción se hizo En memoria de los hijos de San Fernando muertos gloriosamente por la Patria para conmemorar así a los isleños fallecidos en otras batallas.

Según el historiador del arte, se encuadra en la corriente del ‘humanismo idealista’ de las primeras décadas del siglo XX, más conservadora en sus formas que el movimiento de vanguardia imperante por la misma época. Tras barajarse diversos espacios para su colocación, fue ubicado en 1928 en el Paseo General Lobo -más conocido como ‘La Glorieta’- para trasladarse, finalmente a la Plaza Font de Mora. Lugar que hoy continúa presidiendo.

Los interesados pueden leer el artículo completo de Luis F. Martínez Montiel pulsando aquí.

Vista frontal completa del monumento a los isleños caídos en la Guerra.

Más atentados contra el Patrimonio isleño

La desaparición de parte de esta escultura coincide con el arreglo de otra cuyos males fueron mayores. A la figura femenina del Monumento a la Libertad de Expresión firmado por Alfonso Berraquero en 2010 le arrancaron -literalmente- las piernas a la altura de los tobillos. Ha sido recientemente restaurado. El Ayuntamiento de San Fernando también ha colocado este fin de semana una imagen de San Juan Bautista para sustituir a la que presidía esta plaza en La Casería hasta que le introdujeron unos petardos. Un hecho que aún recuerdan sus vecinos. Otras que han sufrido casos similares son las que se emplazan precisamente en la Plaza de las Esculturas. Los colores fluorescentes en los ojos y en los pezones de la ‘Atlantis Nessos’ de Rodríguez Hermida parecen inherentes a esta obra, por ejemplo.