en La Semana. Periódico Liberal Dinástico [18/10/1885]

localizado y transcrito por Alejandro Díaz Pinto [22/02/2017]

   Existen en la mayor parte de las poblaciones de alguna importancia sociedades y corporaciones que parecen destinadas á interpretar en momentos dados los deseos de la opinión pública, ó las aspiraciones de las localidades en que radican.

   Como ejemplo de ello podemos citar el «Ateneo Científico y Literario» de Madrid, el «Círculo Mercantil» de Valencia, el «Centro Comercial» de Barcelona, el «Casino Gaditano» y otros muchos que no enumeramos por ser sobradamente conocidos.

   Nada tiene San Fernando que envidiar á las poblaciones que dejamos citadas; como en ellas, existe una sociedad que sabe identificarse con los sentimientos del pueblo, y es siempre la primera en iniciar ó secundar cualquiera idea generosa, alentada por los nobles impulsos que son patrimonio de los hijos de esta región.

   No necesitamos decir el nombre de esta Sociedad, pues todos los hijos de esta población lo conocen y lo pronuncian con afecto y agradecimiento y pudiéramos decir que hasta con orgullo, porque el renombre que esta sociedad adquiere, trasmitiendo todas las palpitaciones de la opinión y condesando sus deseos y aspiraciones, es un título de gloria para todo el pueblo de San Fernando.

   Recordemos, en apoyo de lo que decimos, su levantada conducta cuando los siniestros de Málaga y Granada.

   Todo el mundo decía aquí que San Fernando estaba en el deber de acudir en auxilio de los siniestrados, hablábase de suscripciones, rifas ú otros medios de allegar fondos, pero nadie daba forma práctica á cualquiera de estos pensamientos. El Círculo organizó una manifestación pública y San Fernando figuró con una respetable cantidad entre las primeras poblaciones que acudieron al socorro de las provincias hermanas.

   Después, cuando el malhadado proyecto de arriendo del arsenal amenazaba la vida de nuestra población, cuando la ruina se cernía sobre nuestras cabezas, el Círculo franqueó sus puertas y se convirtió en centro de operaciones de la Junta de defensa, organizase en él la imponente manifestación popular que llevó á los poderes públicos la expresión de nuestros deseos; en él fué nombrada la comisión que marchó á Madrid en defensa de nuestros intereses, y á él corresponde una gran parte de la gloria alcanzada en aquellos inolvidables días de febril agitación.

   Y ahora, cuando la epidemia llamaba á nuestras puertas, el Círculo inicia la idea de las cocinas económicas, invita para este fin á las demás sociedades de recreo que solícitas acudieron al llamamiento, dando gallarda muestra de sus nobles y humanitarios sentimientos, y constituye una Junta que en plazo relativamente breve dá cima al pensamiento.

   El «Círculo de San Fernando» es carne de nuestra carne, hueso de nuestros huesos, vive con nosotros, con nosotros alienta, participa de nuestras alegrías y toma activa parte en nuestros dolores y sufrimientos. No hay empresa grande ni pensamiento generoso para que no se halle dispuesto, y nunca vacila en acudir al socorro de los necesitados y en coadyuvar á la realización de nobles fines.

   El «Circulo de San Fernando» vivirá siempre; sociedades que tan gloriosos timbres ostentan, son imperecederas.

Número 42 de La Semana, dedicado entre otros temas al Círculo de San Fernando.

La Semana. Periódico Liberal Dinástico [Fuente: Biblioteca Nacional de España]

Con toda probabilidad, aunque no aparezca identificado como tal en ningún lugar del semanario, es fundado y dirigido por el procurador de los tribunales Eduardo Fernández Terán, como órgano en esta población gaditana del Partido Fusionista, liderado por Práxedes Mateo Sagasta, que en el momento de su aparición, el 4 de enero de 1885, se encuentra en la oposición después de haber formado gobierno y haberse establecido ya el turno de partidos en el sistema político de la Restauración.

Aparece los domingos en números de cuatro páginas y compuesto a cuatro columnas, con artículos doctrinales y políticos y noticias distribuidas en secciones: Retazos, especie de croniquilla local; Ayuntamiento, con la información municipal; Revista parlamentaria, e incluso sección literaria, folletín y anuncios publicitarios. Desde sus páginas se hace también una defensa de los intereses locales, como el fomento de la marina y de la industria salinera. Señala que cuenta con corresponsales en los principales mercados andaluces, con los que elabora una sección comercial con los precios de los productos agrícolas. Sus textos no van firmados, a excepción de algunas iniciales y seudónimos.

Defiende el programa político del partido liberal progresista y monárquico sagastino y difunde las actividades de sus dirigentes locales. Estando de nuevo el partido liberal en el poder desde noviembre de 1885, en el número 65 -correspondiente al 28 de marzo de 1886 y último de la colección- se anuncian cambios en el periódico, pero seguramente no se llevaron a cabo al desaparecer éste a los quince meses de su nacimiento. Fernández Terán llegará a ser prohombre de la localidad, siendo durante trece años y hasta 1909 concejal, y a partir de esta fecha bibliotecario del ayuntamiento. Falleció en agosto de 1930, a los 89 años de edad.