Juan Luis Torreño
Historiador, miembro de la Plataforma por Asta Regia
Asta Regia fue una antigua ciudad de una importancia y envergadura sin igual en el Sur de la Península Ibérica y Europa. Con restos arqueológicos constatados desde el 1200 a.C. aproximadamente (se cree que su fundación puede ser incluso de época megalítica) ha sido ocupada por varios pueblos y culturas diferentes, destacando tartesios, fenicios, turdetanos, romanos e islámicos. Su época de mayor esplendor habría sido durante la ocupación tartésica, siendo posteriormente una ciudad muy importante en la Turdetania y cumpliendo el papel de colonia destacada durante la ocupación romana de la Península.
La ciudad habría alcanzado una extensión en su máximo período de esplendor de más de 70 hectáreas, incluyendo la zona urbana, la zona de extramuros (donde se ubicaría la zona de recreo y entretenimiento: teatro, anfiteatro, etc.), el puerto y la necrópolis. La zona habitada del Yacimiento correspondería a unas 42 hectáreas y la necrópolis unas 32 hectáreas de lo que se conoce actualmente, ya que podría ser aún mayor.
El yacimiento arqueológico de Asta Regia (Mesas de Asta, Cádiz) se encuentra enterrado hoy día bajo un conjunto de elevaciones montañosas que destacan sobre el terreno circundante (81 m.s.n.m.), junto al enorme estuario conocido por las fuentes clásicas como Lago Ligustino (Lacus Ligustinus en latín). Dicha zona estuvo rodeada hasta época romana de esteros marinos navegables que permitían el contacto y el comercio con los demás pueblos de la zona, así como su salida hacia el mar; esto explica que fuera ocupada de manera continua desde el neolítico hasta finales del primer milenio d.C., momento en que sus habitantes comienzan a abandonar progresivamente la urbe debido a la pérdida de su ubicación privilegiada tanto geográfica como estratégicamente, al colmatarse por completo el área estuarina que le rodeaba antaño.
Las excavaciones que dieron a conocer este enclave arqueológico en la literatura científica se deben a los trabajos de campo realizados por el archivero municipal M. Esteve Guerrero, quien realizó varias campañas de excavación en la zona a mediados del siglo XX (1941, 1942, 1945, 1950, 1962 y 1969). Hasta ese momento, lo que se conocía sobre Asta Regia procedía de diversas fuentes clásicas de autores como Avieno o Estrabón, quienes mencionaron la importancia de la mítica ciudad en el contexto del mundo antiguo peninsular y en el Mediterráneo. El éxito de los trabajos de M. Esteve en Mesas de Asta, propiciaron el análisis de las distintas secuencias estratigráficas del terreno desvelando un periodo ocupacional de la ciudad de más de 2000 años. Esto lo convierte en uno de los yacimientos más interesantes de la Península Ibérica e, incluso, de Europa, especialmente cuando se mencionan estudios e investigaciones del Bronce Final, el Período Orientalizante o Tartessos.
En cuanto al terreno excavado se conocen diferentes estructuras de habitación de diferentes épocas (principalmente de época islámica), restos de muralla iberorromana, zonas de producción dedicadas a la fabricación de cerámicas y la mencionada necrópolis, con más de 570 tumbas desveladas de época tartésica. Lo que diferencia a Asta Regia de otros yacimientos es que en él podemos encontrar una superposición de distintos niveles estratigráficos marcados por el paso de las distintas culturas y civilizaciones que lo habitaron, encontrándose en la zona más cercana a la superficie vestigios y estructuras del período de ocupación islámica; en un segundo nivel, de época ibero-romana; en un tercer nivel, del período turdetano; en un cuarto nivel, los restos fenicios; y, por último, de la cultura tartésica.
Las importantes intervenciones llevadas a cabo en el yacimiento durante las sucesivas campañas de excavación realizadas por M. Esteve tan solo consiguieron descubrir una ínfima parte del mismo (menos del 1%), pero el volumen de lo rescatado fue tal que sirvió para llenar las vitrinas y almacenes del Museo Arqueológico de Jerez, del cual casi el 90% de su colección proviene de Mesas de Asta. Esto nos da una idea aproximada de la importancia y envergadura que debió tener la ciudad en el pasado, así como del basto tesoro que aún permanece oculto bajo los trigales de la barriada rural de Mesas de Asta. Además de esto, vecinos de la zona alertan constantemente a las autoridades del descubrimiento de restos arqueológicos (cerámicas, monedas, etc.) que aparecen en los aledaños del yacimiento debido a escorrentías en días de intensas lluvias.
En el año 2000, el yacimiento de Asta Regia fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), bajo la categoría de zona arqueológica. Sin embargo, desde los trabajos de campo realizados en el siglo pasado no se han llevado a cabo nuevas intervenciones de este tipo, excepto ciertas prospecciones que han descubierto la ubicación de la necrópolis y sus numerosas tumbas en el flanco oeste y sur del Yacimiento a una altura inferior en la que se encuentra la zona urbana de la ciudad. Por si fuera poco, la zona descubierta por Esteve no ha recibido labores de protección ni mantenimiento en todo este tiempo y sufre un constante deterioro, debido al crecimiento de la maleza y a causa de los factores externos que erosionan y degradan los restos arqueológicos.
En los últimos años se han realizado diversas actuaciones por el yacimiento que han vuelto a poner a Asta Regia en boca de todos. Un ejemplo de ello son las investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Cádiz mediante un equipo de georradar 3D. En 2016, profesores de esta universidad comenzaban en Mesas de Asta los trabajos de prospección y geodetección del territorio ocupado por el Yacimiento de Asta Regia con el fin de desvelar la envergadura del mismo, así como de obtener imágenes de las diferentes infraestructuras y el trazado urbano que formaba la antigua ciudad. Los profesores e investigadores Lázaro Lagóstena y José Antonio Ruiz lideran desde entonces este equipo de trabajo que ya ha realizado varias campañas en la zona. Para realizar estos estudios se sirven de todo un arsenal de máquinas que emplea tecnología no invasiva (ésta opera desde la superficie sin dañar el terreno ni los restos arqueológicos), la cual les permite explorar grandes superficies de terreno y generar modelos en 3D de los elementos naturales y artificiales del subsuelo, además de obtener georreferencias de toda la información recogida. Gracias a esta envidiable labor que realizan desde la universidad, se han obtenido las primeras imágenes urbanísticas de la ciudad, en las cuales se puede diferenciar distintas estructuras y edificios, así como las principales calles y “avenidas” de Asta Regia.
Otro de los acontecimientos más importantes para la defensa y el devenir del yacimiento tuvo lugar a comienzos de 2019, cuando un grupo de inquietos y apasionados ciudadanos de la historia de Asta Regia y de lo que ésta esconde, decidieron unir sus fuerzas y crear juntos la “Plataforma por Asta Regia”. Esta organización sin ánimo de lucro nace con la misión de dar a conocer y poner en valor el yacimiento arqueológico de Asta Regia con la intención de llegar a las autoridades pertinentes para que adquieran los terrenos bajo los que se encuentra enterrada la ciudad (actualmente en fincas privadas), posibilitando así que comiencen las excavaciones en la zona. Desde que este espacio comenzase a actuar hace dos años, en base al esfuerzo y la constancia de sus miembros, son muchas las actuaciones y eventos que se han llevado a cabo: entrevistas, reuniones, conferencias, etc., con el fin de difundir la información y el conocimiento sobre este importantísimo y valioso yacimiento. Así mismo, la Plataforma cuenta con toda una lista de promotores que han mostrado mediante su adhesión a la misma su apoyo a la causa por Asta Regia.
La Plataforma por Asta Regia lleva a cabo la difusión y puesta en valor del yacimiento a través de su completa página Web: www.astaregia.es y sus redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram y LinkedIn) con el fin de seguir sumando apoyos que los acerquen cada vez más a su ansiado objetivo: la recuperación de la milenaria ciudad de Asta Regia. A través de los diferentes medios de difusión, la Plataforma acerca a la población las últimas novedades y actividades que se han realizado, así como las diferentes actuaciones que se van a llevar a cabo, siendo un espacio libre y gratuito de acogida de nuevos miembros que quieran aportar su particular grano de arena a esta misión.
Labores como las llevadas a cabo por la propia Universidad de Cádiz y la Plataforma por Asta Regia son un claro ejemplo de que la Cultura y el Patrimonio permanecen más vivos que nunca y de lo importante que resultan para el conjunto de los ciudadanos. Y es que apostar por yacimientos de la importancia de Asta Regia es vital para mantener viva la ilusión y el sentimiento de identificación de unos ciudadanos y toda una región con su historia y su pasado. Esperemos que muy pronto consigan sus objetivos y se desvele al fin este tesoro oculto de la humanidad.
¡ASTA REGIA, ALGÚN DÍA RESURGIRÁS!
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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