Los genoveses y la marina mercante de los Ponce de León

30 diciembre, 2016

por José Antonio Suárez López

A principios del XVI, los Ponce de León disponían de buques propios para dedicarse al comercio por el Mediterráneo, aliándose con los genoveses que ya trabajan para la Corona de Aragón.

La obra Memorias históricas sobre la marina, comercio y artes de la antigua ciudad de Barcelona (tomo IV) recoge que entre 1527 y 1529 se registraron en Barcelona varios buques del Duque de Arcos procedentes de Cádiz. Las casas ducales más importantes de Sevilla, como los Ponce de León, tenían bajeles propios para comerciar. En 1527 fondearon en Barcelona el galeón Genis de Meraver del Duque de Arcos con base en Cádiz y el Galeón Martín Chaveta, también del Duque con base en Palamós.

Los genoveses juegan en la economía andaluza del siglo XV una función dinamizadora moderna y precursora del capitalismo, según David Igual y Germán Navarro en Los genoveses en España. Fueron pioneros en la banca a través de letras de cambio y giros dentro de la red de letras de cambio genovesa.

Avalados por el Papado, los genoveses se instalan en Sevilla en el siglo XIII creando un consulado comercial autorizado y favorecido por los monarcas castellanos, y también se acercaron al poder y fueron socios preferentes de los reyes granadinos. El primer banquero de Sevilla, Gaspar Centurione, era genovés. Salvago, Melchor, Bonifaz, Doria, Escanio, Espínola, Estucla, Uselo, Marciore, Machorro, Polo, Marrufo, Oberta, Picardi, Centurión… los apellidos más destacados de Génova junto a la nobleza local sevillana, como los Medina-Sidonia y Arcos, destacan en el comercio de aceite según Thomas (2003), que hace una interesante descripción de los depósitos de aceite de Sevilla y provincia y su relación con las casas ducales. En todos los puertos y centros comerciales sevillanos y gaditanos existían, ya en 1500, colonias de mercaderes extranjeros residiendo, fundamentalmente genoveses. Los Doria y Sopranis se especializaron en el comercio de aceite en el valle del Guadalquivir, mientras que los Grimaldi se especializaron en el comercio de grano. Entre las mercancías tratadas por los genoveses figuran también el atún bajo aceite, garbanzos y sal vendidos a lo largo de todos los golfos del Mediterráneo hasta Génova.

Los mercaderes genoveses aparecen como intermediarios entre la monarquía y la nobleza en 1483, cuando el Rey Fernando pide por escrito al III conde de Arcos que ordene prender al capitán Domingo Gentil, genovés vecino de Cádiz, y lo envíe a Sevilla, por un dinero que le debía a la Corona. Saldada la deuda, los Reyes requieren de nuevo los servicios del capitán Gentil en 1486 para que medie en la obtención de la primera canongía de la iglesia de Sevilla por Enrique de Guzmán, sobrino del III Conde de Arcos.

En 1524 ya hay genoveses al servicio del Duque de Arcos que aparecen citados en documentos ducales. Agustín de Pradola, mercader genovés, se encarga de cobrar unos fondos en relación a la condesa de Bailén, Blanca Sandoval, como tutora de su hijo Manuel Ponce de León. Una carta de la Condesa de Bailén a Juan Fernández, alcalde de justicia de Marchena, afirma literalmente «para que dé a Agustín de Pradola, mercader genovés, el dinero que libró a su favor el duque de Arcos. Granada, 1524».

El comercio italiano entraba en España por Barcelona-Valencia y se abría al Atlántico a través de Gibraltar-Cádiz y Sevilla con Barcelona como plaza dirigente, financiera y aseguradora según David Igual Luis, de la Universidad de Valencia. La apertura de la ruta de Gibraltar facilitó la fortuna de los puertos andaluces cuyo auge constituye, según Jacques Heers, uno de los grandes acontecimientos de la época.

Cádiz se incorpora al estado de Arcos entre 1467 y 1493 con sus 1496 individuos, entre ellos 21 comerciantes genoveses (Martín Gutiérrez, E.: Nuevos datos sobre la población y los genoveses en la ciudad de Cádiz), coincidiendo con el auge del comercio internacional. Pero rápidamente vuelve a manos del rey tras la muerte de Don Rodrigo. El auge de la población creó en los estados Ducales de Arcos una gran urbe como Sevilla, de 60.000 habitantes (1500), Jerez, con 20.000, y una red de ciudades menores de 10.000 habitantes aptas para impulsar el comercio, entre ellas Carmona, Utrera, Marchena y El Puerto de Santa María, así como otras de menos de 5.000, como Arcos de la Frontera. Los genoveses consolidan un eje comercial que pasa por Inglaterra, Francia, África del Norte y las costas italianas, propiciando el auge de puertos andaluces y gaditanos como Rota, Chipiona y las propias islas de Cádiz.

Julio Mayo, historiador municipal de Los Palacios, destaca la labor de los Duques de Arcos como comerciantes en la baja Edad Media, principalmente con Flandes e Italia y, a partir del siglo XV, en el abastecimiento de los buques de la Carrera de Indias gracias a la posesión de los puertos gaditanos. Según tratadistas modernos, las cantidades de oro y plata arribados de las Indias fue de 181.333 kilos de oro y 17 millones de kilos de plata (1503-1660).

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