por Alejandro Díaz Pinto
El investigador Paco Busto presentó su libro sobre el Patio Cambiazo tras tres lustros de investigación exhaustiva. El resultado es un volumen dividido en dos partes -la histórica y la literaria-, una exposición con utensilios de época y hasta un logo propio donado a la comunidad de vecinos actual.
Al autor le temblaban las piernas. Así lo confesó cuando Patrimonio La Isla quiso saber con antelación lo que sentía al poder compartir su trabajo tras tantos años de dedicación. Con la alcaldesa Patricia Cavada y el presidente de la comunidad del Patio, Antonio González, sentados junto a él en la mesa presidencial, tomó la palabra José Moreno Fraile para poner de relieve el esfuerzo del que define como «isleño de nacimiento, canario de vivencias y cañaílla de condición», porque es entre estas dos islas -las Canarias y la de León- ha transcurrido la mayor parte de su vida. Continuó con un resumen sobre la aportación de Busto a la bibliografía de la ciudad, con un trabajo casi terminado –Bandas de Guerra, Bandas de Paz-, que nació por la pertenencia de su padre a la Banda del Tercio Sur de Infantería, o la inconclusa colección de Cuadernos para el Bicentenario, en la que también participó con sus conocimientos junto al propio Moreno Fraile y otros investigadores de San Fernando.
La de ayer sin embargo fue una cita enfocada a «dignificar a los habitantes del Patio Cambiazo», a aquellos que han residido entre sus muros desde hace dos siglos, jugando junto al brocal o sentados en la casapuerta mientras charlaban con otros vecinos. Pero también a los orígenes de la edificación como vivienda burguesa del XVIII propiedad de Magdalena Micón, hija del I Marqués de Méritos Tomás Micón y Cambiaso, y hermana del segundo, Francisco de Paula María Micón. Magdalena estaba casada, a su vez, con Franco Cambiaso, de modo que tanto por vía paterna como por la conyugal, fue este último apellido el que sobrevivió para dar nombre al edificio pese a la deformación fonética sufrida: Cambiaso > Cambiazo. Todos los herederos del título, líneas sucesorias y falsos mitos están descritos en la segunda parte del libro, así como la evolución arquitectónica del inmueble y sus diferentes funciones y subdivisiones. Es por eso que Moreno Fraile recomendó la opción de empezar la obra por ahí para centrarse después en la literaria; un relato ficticio que contribuye a la comprensión de un contexto histórico real y cuyos beneficios, por cierto, irán destinados a acciones sociales.
Rigor y sentimiento
El chispa para este proyecto nació de las historias que sobre el Patio relataba su madre al autor, desde que era pequeño. «Un día decidí volver para verlo, pero ya no era el mismo: estaba pintado, sin vida y sin su brocal en el centro». Sorprendentemente, en el Archivo Municipal «descubrí que contaba con la categoría de Monumento Histórico Artístico Nacional», el tercero en San Fernando por detrás del Castillo de San Romualdo y el Real Teatro de Las Cortes. No solo eso. Durante la Guerra de la Independencia sirvió de alojamiento a los aliados ingleses y como cuartel para los Cien mil hijos de San Luis. Del municipal pasó a los archivos regionales y de estos a los nacionales, sin obviar, claro, los fondos hemerográficos, bibliografía y artículos publicados hasta el momento, todos ellos reseñados a modo de apéndice.
La alcaldesa tomó la palabra para agradecer la implicación del autor para con este icono del patrimonio isleño que, como había indicado Paco anteriormente, evidencia que la ruta histórica de San Fernando no concluye en El Carmen. «Cambiazo se integra en nuestra vía cultural y forma parte de la calle como esta debe formar parte del Patio».
Acto seguido se procedió a la inauguración de una exposición de fotografías y útiles cedidos por particulares y cuya comisaria no es otra que Leonor Montañés, integrante de la Tertulia Literaria Rayuela. Allí pueden contemplarse lajas, candiles o palanganeros, en definitiva, muchos de los utensilios que permanecen con añoranza en el imaginario colectivo de los isleños. También, una réplica en miniatura del pozo cuya reposición se prevé una vez concluyan los trámites burocráticos y una maqueta a escala del Patio Cambiazo realizada por el difunto Ignacio Bustamente Morejón. Todo ello continuará visitable hasta después de las Navidades.
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